Fuente: panamaamerica.com.pa/Francisco Rodríguez
Los casos son cada vez más atroces. Desde niños de meses, hasta adolescentes sufren en Panamá el flagelo del abuso sexual infantil. Y ni siquiera el círculo familiar, en el pasado un escudo protector, evita estos delitos, cometidos en ocasiones por allegados.
Estadísticas del Ministerio Público, hasta el mes de junio del presente año, indican que se han denunciado 965 casos de acceso sexual con una persona mayor de 14 años y menor de 18 años a nivel nacional. La mayoría se han reportado en la provincia de Panamá (200), comarca Ngäbe Buglé (129) y Chiriquí (124).
Además, hay 149 casos de corrupción de personas menores de edad, 41 de pornografía infantil, 13 por posesión de pornografía infantil y 1 por actos de exhibicionismo obsceno o pornográfico con menores de edad.
El Código Penal panameño establece que «quien mediante violencia o intimidación tenga acceso carnal con persona de uno u otro sexo, utilizando sus órganos genitales, será sancionado con prisión de siete a doce años».
Durante los últimos años, las redes sociales han jugado un papel importante en los temas de abuso sexual infantil, por un lado para exigir justicia y en otros casos para divulgar las situaciones que enfrentan los niños, niñas y adolescentes.
Para el abogado Alfonso Fraguela, ante cualquier llamado o alerta de la existencia de abuso infantil, lo primero es acudir a las instalaciones del Ministerio Público del lugar donde ocurrieron los posibles hechos.
Las autoridades de instrucción deberán evaluar la posibilidad de la existencia de tal conducta y a través de un equipo del Instituto de Medicina Legal podrán llegar a concluir «si nos encontramos frente a un delito».’
» 965 casos de acceso sexual con una persona mayor de 14 años y menor de 18 años se han reportado a nivel nacional. 149 casos de corrupción de personas menores de edad reporta el Ministerio Público hasta junio».
El jurista indicó que las autoridades del Ministerio Público «podrían evaluar las denuncias en las redes como una noticia criminis, si fuera una información real».
«Si se publica un video donde evidentemente hay un acto de violación o de abuso, el Ministerio Público podría iniciar una investigación de oficio para determinar la veracidad de la publicación. Así como la violación de derechos de la víctima», explicó el jurista a Panamá América.
«Es importante en el aspecto puntual del abuso sexual infantil, tomando en consideración que es un acto donde media violencia con el objetivo carnal del menor», apuntó Fraguela.
Por su parte, Milena Guevara, Trabajadora Social del Instituto Panameño de Habilitación Especial, señaló que «cuando se habla de abuso sexual infantil, no solo implica el acto físico, sino psicológico». La especialista agregó que con anterioridad se decía que había que proteger a las niñas para evitar este tipo de situaciones, en la actualidad hay que cuidar tanto al niño como a la niña para que no sean víctimas de abuso.
Guevara añadió que en muchas ocasiones los menores conocen a su agresor, ya que pueden ser familiares como padres, tíos, primos, abuelos, vecinos o amigos de la familia.
Los padres de familia deben estar alerta si su hijo presenta los siguientes síntomas: fobias, se le nota deprimido, no tolera contacto físico o tiene problemas en la escuela.
Suelen presentar pesadillas, se orina en la cama o volverse sobre protector de sus hermanos.
En su experiencia, la especialista indicó que los docentes son los primeros en darse cuenta de que uno de sus estudiantes es víctima de abuso sexual, ya que perciben cuando este está bien o mal.
Una vez detectado el abuso el docente hace la referencia para Trabajo Social y Psicología, porque ambas disciplinas trabajan en conjunto. Luego se cita al padre de familia o al tutor para orientarlo sobre lo que debe hacer ante la sospecha de abuso sexual, porque esta persona es la que debe presentar la denuncia ante el Ministerio Público.
Fuente: panamaamerica.com.pa/Francisco Rodríguez