Fuente: laestrella.com.pa/Marlene Testa
Emma Pinzón, representante de los pacientes con enfermedades crónicas, aseguró que los cierres de calles y avenidas están vulnerando el derecho a la vida.
Las restricciones de movilidad, en la provincia de Chiriquí y Bocas Toro, han impedido la llegada de alimentos, medicamentos e insumos a los hospitales poniendo en riesgo la salud y la vida de miles de pacientes con enfermedades crónicas.
Lo que están haciendo “es una anarquía”, denunció Pinzón. La paciente no niega el derecho a la protesta, pero pacíficamente, que no perjudique a la población. Pero, no como lo están haciendo “llenando la calle de piedras”, dijo. Esta consciente que hay que seguir la lucha, pero hay que ser “creativos”, instó. “La salud no se puede detener”, reclamó.
No hay alimentos para los hospitales, hay urgencia de oxígeno y medicamentos. “Hacemos un llamado a las organizaciones sociales que lideran las manifestaciones, abstenerse de actos violentos y ejercer el derecho a la protesta de manera pacífica, respetando la vida y la propiedad pública y privada”, pidió Eduardo Leblanc, Defensor del Pueblo.
La Caja de Seguro Social (CSS) ha improvisado corredores humanitarios para llevar insumos para hemodiálisis a estas provincias.
Esta es la tercera semana de manifestaciones de protestas, que han venido acompañada de cierres de vías en diferentes puntos del país y que afectan distintos sectores económicos, entre ellos, la producción de alimentos y el transporte terrestre.
Los manifestantes exigen la inconstitucionalidad del contrato otorgado a la empresa Minera Panamá para operar por 20 años, prorrogables por el mismo periodo, Cobre Panamá.
Sobre el paro del gremio médico, Pinzón recalcó que los pacientes han dado un sacrificio grande cada vez que estos se abocan a una medida de este tipo, no obstante, como pacientes, “no pueden ser monedas de cambio”, en sus luchas y aspiraciones.
La Federación Nacional de Asociaciones de Pacientes con Enfermedades Críticas, Crónicas y Degenerativas instó a la comunidad médica a que buscar formas de manifestarse que no comprometan la atención porque la interrupción en la
prestación de servicios causa afectación en las consultas, las cirugías y los
tratamientos programados, que en muchos casos la espera supera los 8 meses, y que son esenciales para la salud y bienestar.
«Las huelgas del sistema vulnera nuestro derecho a la salud, no debemos nunca olvidar que la vida y la salud no deben ser moneda de cambio en ninguna circunstancia», explicó el gremio.
Fuente: laestrella.com.pa/Marlene Testa