


Fuente: / destinopanama.com.pa / Guadalupe León
Si bien la orden de alejamiento es una herramienta legal para proteger a las víctimas de violencia doméstica, su eficacia es cuestionada, ya que las mujeres siguen en riesgo y la sola orden no garantiza una protección real.
Esto ha quedado demostrado no una y ni dos veces, sino en múltiples ocasiones cuando mujeres que mantenían esa medida de protección para evitar que sus agresores se les acercaran, murieron a manos del que una vez les juró amarlas.
Y es que en menos de dos meses, dos mujeres fallecieron a manos de sus exparejas. Ambos casos tienen como similitud que ambas víctimas habían solicitado esta medida de protección, pero no fue suficiente.
El más reciente caso fue el de Selinda Córdoba, de 21 años, quien fue asesinada a plena luz del día por su expareja, un hombre de 25 años, quien residía en Los Santos y viajó hasta Pocrí de Coclé, donde la asesinó sin importarle que estaba en plena vía pública con decenas de testigos.
El plan ya lo tenía en mente, porque el agresor llevaba consigo un arma blanca, la cual utilizó para herirla en la cabeza, cara, mandíbula, cuello, tórax, muslo izquierdo y el área lumbar.
Otro caso que deja en evidencia que la medida de protección no funciona para prevenir los casos de femicidio, es el de Paola Chávez, una mujer de 36 años que hizo todo lo que el sistema de justicia le indicó: denunciar, buscar ayuda y confiar en las autoridades, sin embargo al final el sistema le falló. Su agresor, su expareja de 45 años, violó la orden de alejamiento y acabó con su vida, dejando en orfandad a dos niños.
Ambos agresores están detenidos, pero ¿qué hemos aprendido de estos dos casos?, ¿cómo evitar que más mujeres sigan muriendo?
Para la abogada de familia, Suki Yard a pesar de existir una serie de acciones de medidas de protección para las víctimas que emite el Ministerio Público ha quedado demostrado que son “ineficaces” y apela por una protección más certera, como es el caso de los brazaletes electrónicos para los agresores.
El dispositivo de geolocalización mantendría una constante comunicación con el centro de monitoreo y su ubicación en tiempo real. Además, la víctima recibiría una alerta en su teléfono si el agresor se acerca demasiado.
En caso de que el agresor viole las condiciones de la orden, se produce una respuesta inmediata por parte de las autoridades.
De acuerdo con las últimas estadísticas del Ministerio Público, durante los primeros ocho meses del año se han registrado 9 femicidios y otras 9 tentativas de femicidios. Pero las cifras podrían aumentar, ya que la institución aún no ha registrado los casos de septiembre, fecha en que asesinaron a Paola Chávez y lo que va del mes de octubre.
Del total de víctimas registradas por el Ministerio Público, 3 corresponden a Panamá, 2 a Chiriquí y una a la comarca Ngäbe Buglé, San Miguelito, Panamá Oeste y Veraguas, respectivamente.
En tanto, las tentativas de femicidios son: 3 en San Miguelito, 2 en Chiriquí y Coclé, una en Panamá y Panamá Oeste, respectivamente.
En 2024 se registraron 25 femicidios, un 53 % más que en 2023, cuando se contabilizaron 15. Ese mismo año, 20 menores quedaron huérfanos de madre por estos crímenes y el Ministerio Público recibió más de 11,000 denuncias de violencia doméstica.
La pena por femicidio en Panamá oscila entre los 25 y 30 años de prisión. El artículo 132 A del Código Penal panameño establece esta sanción para quien cause la muerte de una mujer por su condición de mujer, por motivos de su identidad de género o cuando concurra alguna de las circunstancias establecidas en la ley.
En casos excepcionales, la pena puede superar los 30 años si se incluyen otros delitos, como la violación sexual, o en casos particularmente brutales.
Fuente: / destinopanama.com.pa / Guadalupe León